Peru, bancos, microempresas, créditos y crisis financiera
El domingo me topé en el diario El Comercio, sección Mi Negocio, con un artículo que me llamó bastante la atención, titulado Ranking de Riesgos. El artículo toma la experiencia reciente del señor Eduardo Arnillas, microempresario textil, y la manera en que un popular banco (con el que lleva tiempo trabajando) lo trata en tiempos de crisis; crisis creada en gran medida, justamente, por los mismos bancos.
Es impresionante la manera en que los funcionarios del banco cubren el hecho de haberle aumentado al cliente la tasa de interés bajo la “buena noticia” de que ha ascendido de pequeña a mediana empresa. Increible también la manera en que definen la asignación de créditos a los microempresarios, basándose en el rubro en el que se desenvuelven en vez de su historial crediticio.
Los bancos trabajan con nuestro dinero; reciben apoyo del gobierno en tiempos de crisis; muchas veces presentan tasas de interés abusivas que son amparadas por ley y mienten, esconden o distorsionan la información que presentan a sus clientes. Más aún, el sistema bancario actual está diseñado para hacer que los ciudadanos comunes sean dependientes de los créditos de consumo.
Afortunadamente, después de esta graciosísima explicación de las causas de la crisis financiera (tienen que ver este video, completito), no me sorprende tanto todo lo descrito anteriormente.
Afrontémoslo, actualmente los sueldos en el sector financiero internacional son delirantes, y las personas que trabajan en ese sector o no son tan inteligentes como parecen, o utilizan su inteligencia y habilidades para generar más dinero para los de su “tribu” a costa de los ciudadanos comunes.
Después de tanta queja, creo que una buena pregunta que viene al caso es, ¿Cómo puede un ciudadano común y silvestre como yo evitar que la crisis financiera me afecte en la menor medida posible, sin importar donde me encuentre? Mmmm… No tengo la menor idea, pero mi instinto básico me dice que simplemente no gaste dinero que no tengo; es decir, evitar los créditos de consumo a toda costa. Esa TV Plasma, ese Ipod, esa netbook, seguirá ahí la próxima semana o el próximo mes, y probablemente a un precio mucho menor. Si quieres un lujo, cómpratelo con el dinero que te sobra, no con el dinero que no tienes o con el dinero que vas a obtener en el transcurso del año.
Ahora, si somos empresarios, la recomendación como que cambia un poco. El empresario necesita capital para emprender un nuevo negocio, y si somos emprendedores, vamos a depender de los créditos (a menos que tengamos la suerte de conocer a un mecenas). En este caso, solo queda analizar y evaluar el negocio en el que vamos a invertir, para tener el mayor margen posible de seguridad de que el negocio culminará exitosamente y nos brindará réditos suficientes para cubrir el préstamo y generar utilidades.
Espero no haber divagado mucho en este artículo, pero estuve pensando bastante en estos temas los últimos días y como que tenía que desahogarme.
